Inversiones de Acordes

Hemos aprendido ya cómo formar tríadas, tétradas y todas las extensiones posibles en acordes. Es hora de abordar las inversiones. Este concepto lo introdujimos previamente en el capítulo sobre nomenclatura de acordes. Ahora, profundicemos más en él.

Habrás notado que la nota fundamental del acorde, la más grave, es la que define su nombre. Por ejemplo, el acorde de Do mayor se compone de Do, Mi y Sol, siendo Do la nota fundamental. Invertir un acorde significa que la nota más grave ya no es la fundamental, sino otra nota que compone el acorde.

Así, tenemos tres inversiones posibles (relacionadas con las notas de una tétrada): podemos colocar la tercera, la quinta o la séptima en el bajo.

1ª Inversión de Acordes

La primera inversión consiste en hacer que la tercera sea la nota más grave del acorde. En el acorde de Do mayor, la tercera es Mi. Así, la primera inversión del acorde de Do sería con Mi en el bajo. La notación común para representar inversiones usa una barra. Por ejemplo, Do/Mi indica Do mayor con Mi en el bajo.

primera inversión de acordes

Hemos mostrado ejemplos de inversiones en teclado, pero ahora nos enfocaremos en la guitarra. Al final del capítulo, verás cómo aplicar estos conceptos al teclado.

2ª Inversión de Acordes

En la segunda inversión, la nota más grave es la quinta. En Do mayor, la quinta es Sol, por lo que Do/Sol representa esta inversión en guitarra.

segunda inversión de acordes

3ª Inversión de Acordes

La tercera inversión coloca el séptimo grado como la nota más grave. Es importante tener cuidado con la séptima mayor (7M), que está a un semitono del fundamental y puede causar disonancia cromática. Con la séptima menor, este problema no ocurre.

Veamos ejemplos de DoMaj7 y Do7 en tercera inversión, donde la séptima mayor es Si y la menor es Si bemol:

tercera inversión de acordes

Nota: hay muchas formas de tocar acordes invertidos en guitarra. Aquí solo mostramos algunas para introducir el concepto. Explora otras formas y aplica las inversiones a diferentes acordes. Esa será tu tarea.

Los acordes invertidos suenan ligeramente distintos al acorde original, debido al bajo prominente. Esto ofrece una oportunidad única para variar el sonido de las canciones. Intenta tocar una canción usando solo la primera inversión y luego hazlo con la segunda. Esto no solo es un excelente ejercicio, sino también una forma efectiva de memorizar estas formas. Practica con varias canciones y pronto los acordes invertidos formarán parte de tu repertorio musical.

Al componer, experimenta con acordes invertidos en lugar de los tradicionales. Algunas secuencias y progresiones pueden resultar más atractivas e interesantes. Este conocimiento expandirá tus ideas.

En teclado, el uso de acordes invertidos es común desde las primeras lecciones. En guitarra, buscar inversiones puede ser más complicado debido a la variedad de formas y estructuras, lo que hace que algunos profesores no enseñen este concepto. Sin embargo, los guitarristas que utilizan acordes invertidos en guitarra acústica o eléctrica suelen captar la atención del público. Parece que están tocando acordes complejos y raros, pero el encanto radica en su sonido único y formato inusual.

Si quieres destacar tocando solo tríadas y tétradas, aquí tienes un recurso sencillo. En el futuro, utilizaremos acordes invertidos para crear líneas melódicas con el bajo. Por ahora, familiarízate con ellos y aplícalos siempre que puedas.

Aplicación Práctica en Teclado/Piano

Los pianistas y tecladistas frecuentemente recurren a las inversiones de acordes. Pero, ¿cómo determinar cuál es la inversión más adecuada para cada momento de una canción?

Imagina, por ejemplo, que estás tocando una pieza musical y necesitas transitar del acorde de Do al acorde de Sol. Si inicias con Do en su posición fundamental (Do, Mi, Sol), tendrás varias opciones para realizar esta transición:

1ª opción teclado
2ª opción teclado
3ª opción teclado

En el caso de pasar de Do a Sol, partiendo del Do en su forma fundamental, podemos optar por cualquiera de las inversiones de Sol, o incluso por la posición fundamental de este acorde.

La elección de la mejor opción suele depender de varios factores, como las funciones armónicas y la línea de bajo de la canción. Generalmente, los pianistas prefieren la opción donde las notas estén más próximas a las del acorde anterior.

En los ejemplos anteriores, la segunda opción resulta ser la más cercana:

De Do Mi Sol a Si Re Sol. Analicemos por qué:

  • La primera nota del acorde de Do mayor (Do) cambia a Si, moviéndose un semitono.
  • La segunda nota (Mi) cambia a Re, moviéndose dos semitonos.
  • La tercera nota (Sol) se mantiene, siendo un punto en común entre ambos acordes.

Así, en esta transición se mueve un semitono + dos semitonos.

Si consideramos la primera opción:

De Do Mi Sol a Sol Si Re.

Aquí, la primera transición de Do a Sol ya representa un salto de 7 semitonos, un cambio considerablemente más grande.

Y en la tercera opción:

De Do Mi Sol a Re Sol Si.

  • La primera transición es de Do a Re, un salto de uno semitono.
  • La segunda es de Mi a Sol, cuatro semitonos.
  • Y la tercera, de Sol a Si, también cuatro semitonos.

En total, esta opción requiere un movimiento de 1 semitono + 4 semitonos + 4 semitonos, mucho mayor que el de la segunda opción.

Por supuesto, no es necesario contar meticulosamente los semitonos para elegir la mejor transición en el teclado. Basta con observar rápidamente cuál de las inversiones resulta más cercana. Con la práctica y el dominio de los acordes en sus diversas inversiones, este proceso se volverá intuitivo.

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