Para todo aquel músico que se siente atado a las escalas pentatónicas, el jazz puede parecer un terreno intimidante. Este género musical se caracteriza por su rica y variada armonía, muy distinta a las estructuras tonales a las que los «pentamúsicos» están acostumbrados.
No obstante, existe ese intrépido músico pentatónico que ansía explorar el vasto mundo del jazz. A menudo, esta aventura parece desalentadora, como si el jazz perteneciera a un universo completamente diferente. ¡Pero aquí estamos para ayudarte! Nuestro objetivo es derribar el mito de que el jazz es inaccesible.
Lo Que Necesitas Saber
Si has seguido todos los módulos hasta ahora, tenemos buenas noticias: ¡ya tienes las herramientas para empezar a improvisar en jazz!
Así es, aunque antes de que te emociones demasiado, ten en cuenta que aún necesitarás práctica y dedicación.
En esta etapa, no introduciremos conceptos nuevos, solo haremos énfasis en algunos aspectos clave:
1) El jazz se caracteriza por abundantes cadencias y modulaciones.
2) El compás del jazz exige que tus solos acompañen su swing característico.
Profundicemos. Para improvisar eficazmente en las modulaciones y progresiones de acordes, es crucial dominar los modos musicales. Esto te permitirá mantener tu posición en el instrumento incluso si cambia la tonalidad de la pieza.
Por ejemplo, si una pieza de jazz comienza en Do mayor y en el tercer compás cambia a Fa mayor, y estás utilizando la escala jónica de Do, sería recomendable seguir en la misma zona del instrumento, pero cambiando a la escala mixolidia de Do, en vez de saltar a la jónica de Fa. Mantén tu mano en una posición fija durante estas transiciones para lograr una improvisación fluida, evitando saltos bruscos en busca de la escala jónica adecuada para cada tonalidad.
Esta técnica es parte esencial en el estilo de los músicos de jazz. Con respecto a las cadencias, practica improvisar en secuencias II – V – I, utilizando intensamente recursos para el dominante V7, como la escala menor melódica y la escala alterada, muy populares en el jazz.
Al improvisar frecuentemente en una progresión II – V – I, te familiarizarás con este sonido, desarrollando una respuesta automática y una fraseología natural al encontrarte con estas cadencias. Dado que el jazz utiliza mucho esta progresión, podrás reconocerla e improvisar con fluidez.
Además, practica improvisar en cadencias menos comunes, como las engañosas, para estar preparado ante cualquier sorpresa.
Dominando estos dos conceptos (modulaciones y cadencias), te sentirás en casa en cualquier pieza de jazz.
Para desarrollar una fraseología jazzística auténtica, escucha a músicos de jazz, prestando atención a cómo colocan las notas, su ritmo y sentimiento. Practica también la escala bebop. Luego, elige algunas piezas de jazz y trabaja en tus improvisaciones. Pronto, te moverás con soltura en el mundo del jazz, enriqueciendo tu panorama musical de forma increíble.
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